Mi Rincón de Fantasía

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Charles Nodier: El Vampiro Arnold Paul.

jueves, 27 de agosto de 2009



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El escritor francés Charles Nodier nos ha legado algunas leyendas e historias de vampiros muy interesantes. Claro que muchas de ellas fueron adoptadas por escritores posteriores, y desarrolladas hasta el absurdo por el cine, pero en aquel momento, cuando surgieron de la pluma ácida de Nodier, eran verdaderas maravillas por su eficacia y refinamiento.

Hoy les dejamos la leyenda del vampiro Arnold Paul quien, al parecer, no limitaba su dieta a los clásicos campesinos y doncellas solteronas.


El Vampiro Arnold Paul.
Charles Nodier (1780-1844)



Un campesino de Medreiga (aldea de Hungría), llamado Arnold Paul, fue aplastado por un carro cargado de heno. Treinta días después de su muerte, cuatro personas murieron súbitamente, de la misma forma que los que son atacados por vampiros. Se recordó entonces que Arnold Paul había relatado a menudo que, en lo alrededores de Cassova, en la frontera de Turquía, le había acosado un vampiro turco; pero como sabía que las víctimas de los vampiros se convertían a su vez en vampiros después de la muerte, había encontrado el medio de curarse comiendo tierra del vampiro turco y frotándose con su sangre.

Se presumió que si este remedio había curado a Arnold Paul, no le había impedido convertirse en vampiro. En consecuencia, le desenterraron para asegurarse de ello y, aunque llevaba inhumado cuarenta días, encontraron que el cuerpo estaba sonrosado; advirtieron que los cabellos, las uñas y la barba se habían renovado, y que las venas estaban llenas de una sangre fluida.

El magistrado del lugar, en presencia del cual se realizó la exhumación y que era un hombre experto en vampirismo, ordenó hundir en el corazón del cadáver una estaca puntiaguda y atravesarle de lado a lado; lo que fue ejecutado enseguida. El vampiro lanzó gritos espantosos e hizo los mismos movimientos que si hubiera estado vivo. Después de lo cual le cortaron la cabeza y le quemaron en una gran hoguera. A continuación hicieron sufrir el mismo tratamiento a las cuatro personas a quienes Arnold Paul había matado, por temor de que se convirtieran también en vampiros.

A pesar de todas estas precauciones, el vampiro reapareció al cabo de algunos años; y en el espacio de tres meses, diecisiete personas, de distintas edades y sexo, perecieron miserablemente: unas sin estar enfermas, y las otras después de dos o tres días de abatimiento. Una joven llamada Stanoska, después de haberse acostado una noche en estado de perfecta salud, se despertó en medio de la noche, temblando, lanzando gritos horribles y diciendo que el joven Millo, muerto desde hacía nueve semanas, había estado a punto de estrangularla mientras dormía. Al día siguiente, Stanoska se sintió muy enferma y murió después de tres días de padecimientos.

Las sospechas recayeron sobre el joven muerto, y se pensó que debía de ser un vampiro Le desenterraron, le reconocieron como tal y le ejecutaron en consecuencia. Los médicos y cirujanos del lugar investigaron cómo había podido renacer el vampiro al cabo de un tiempo tan considerable, y después de mucho indagar, descubrieron que Arnold Paul, el primer vampiro, había atormentado no sólo a las personas que habían muerto poco tiempo después que él, sino también a varias bestias cuya carne había comido gente que moría poco después, y entre otra el joven Millo.

Reanudaron las ejecuciones y encontraron diecisiete vampiros, a quienes les atravesaron el corazón, les cortaron la cabeza les quemaron y arrojaron sus cenizas al río.

Estas medidas acabaron con el vampirismo en Medreiga.

Charles Nodier (1780-1844)

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